Nunca sin mi bolso
- Miranda's View
- 5 abr 2021
- 4 Min. de lectura
A veces pasamos por alto los accesorios cuando nos vestimos. Nos centramos principalmente en si llevar pantalones, falda o un vestido y olvidamos la importancia que unos pendientes o unos anillos pueden tener en nuestro look. Te pongo un ejemplo: personalmente, me encantan los total looks negros. Sin embargo, si les añadimos accesorios en oro, el conjunto luce y gana el doble. Los accesorios marcan la delgada línea roja entre que una prenda pase de ser aburrida a ser espectacular.
En mi caso, mi accesorio preferido es un buen bolso. ¡Rara vez salgo sin él de casa! Por ello, hoy te presento diez de mis icónicos bolsos favoritos y sus respectivas historias.
No se me ocurre un bolso mejor para empezar que el Lady Dior, todo un clásico que derrocha elegancia y una pieza representativa de Dior que hizo su primera aparición en 1995. El bolso fue un regalo de la primera dama francesa Bernadette Chirac a Diana de Gales en una visita que la princesa hizo a París. A partir de ese momento, esta pieza se convirtió en un básico para Diana, quien lo lució en numerosas ocasiones y lo convirtió en el emblema que es hoy en día. Allí por donde iba, el bolso causaba sensación. Inicialmente fue presentado con el nombre de ‘Chouchou’ (‘favorito’ en francés), pero la firma gala decidió cambiarle el nombre en homenaje a la princesa Diana.
En segundo lugar, el mundialmente conocido bolso Speedy 25 de Louis Vuitton. Fue creado para Audrey Hepburn, después de que la actriz pidiera personalmente a Henri-Louis Vuitton que crease una pieza que fuese sencilla y cómoda para llevar en el día a día. No era extraño ver a la estrella del cine con el modelo original, el Speedy a secas. Sin embargo, era algo grande y poco práctico para la vida cotidiana. La firma francesa cumplió los deseos de Hepburn, creando un bolso que pasó a la historia.
Uno de mis bolsos favoritos de Chanel es el 2.55, una auténtica joya combinable con todo tipo de estilos y conjuntos. Creado en 1955, con correa y acolchado, Coco Chanel dio con un diseño perfectamente eterno y que traspasaría generaciones. Porque si hay algo seguro es que esta pieza jamás pasará de moda. Curiosidad: hasta 1955 los bolsos no llevaban correa para hombros. Fue la fantástica Gabrielle quien las incluyó. Increíble, ¿verdad?
No podía faltar tampoco el bolso Motorcycle de Balenciaga. De asa corta con opción de bandolera y decorado con tachuelas, este bolso supuso una auténtica revolución en los 2000. Todas las celebrities tenían uno en su armario. Lo más sorprendente sobre este bolso es que no lleva el nombre de la marca en ninguna parte. Con esto se demuestra que el bolso en sí era suficientemente innovador y especial.
De Balenciaga nos vamos hasta Céline y el bolso Luggage. A pesar de no ser un bolso que grite la palabra espectacular, es un clásico entre los clásicos. Fueron las gemelas Olsen quienes lo popularizaron. Ellas lo llevaban a todas partes, y para qué mentirnos, yo lo haría también. ¡Me encanta!
Seguimos con casas francesas. Esta vez le toca el turno a Givenchy y el bolso Antígona. Creado en 2010 por Riccardo Tisci y hecho de cuero, es sencillo, pero a la vez tiene muchísima clase. El nombre hace referencia al mito griego de Antígona. En castellano se traduce como ‘inflexible’ o ‘rígido’, dos palabras que describen a la perfección el bolso.
En la lista no podía faltar el modelo Kelly de Hermès. También hecho de cuero, nació en 1937 y fue popularizado por Grace Kelly en 1956 (quien dio nombre al bolso). Más tarde, la princesa de Mónaco usaría el mismo modelo en cocodrilo para ocultar su embarazo a los fotógrafos. La pieza supuso una novedad en una época en la que el estilo de bolso dominante era el bolso de mano con forma de sobre. Al romper con todos los estereotipos, este modelo abanderó la imagen de la mujer independiente y segura de sí misma. En 2004 se introdujo el modelo con asa larga gracias al director creativo de la firma en ese momento, Jean Paul Gaultier. Actualmente está disponible en ocho tamaños y una infinidad de estampados, materiales y colores.
De Francia viajamos a Italia para hablar de Gucci, una de mis firmas italianas favoritas. En este caso, os presento el bolso Jackie. Inicialmente se comercializó bajo el nombre de ‘Jackie Hobo’, en honor al icono de la moda. Sin embargo, en 1961 fue renombrado a ‘Jackie’ como homenaje a la primera dama estadounidense Jackie Kennedy, que no podía separarse de este bolso. Con su característica forma de media luna, hoy en día es uno de los más populares.
Llega el turno de Longchamp y el famosísimo Le pliage. Con su forma trapezoidal, es una maravilla de bolso. Es ligero, de alta calidad y está disponible en una amplia gama de colores y tamaños. Es especialmente práctico ya que se puede plegar (de ahí su nombre en francés) y ajustar el tamaño dependiendo de nuestras necesidades. Yo tengo uno y, creedme, es todo un imprescindible.
Por último, el bolso Baguette de Fendi cierra la lista. El nombre viene de su forma, un bolso pequeño de asa corta que queda a la altura del codo. Se creó en 1997 y probablemente te suene porque fue Sarah Jessica Parker quien lo popularizó cuando interpretó a Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York. Este modelo se sigue comercializando, y otras marcas como Carolina Herrera ya cuentan en su colección con bolsos de esta forma.
Todas las casas de moda que cuentan con un bolso icónico se encargan de adaptarlo a la época en la que vivimos con rediseños, ya sea modificando la forma o añadiendo un par de colores de temporada a sus colecciones, porque cuando un bolso pasa a la historia quiere decir que es eterno y sobrevivirá a todas las modas que vengan. Pueden pasar los años, pero un buen bolso nunca cae en el olvido. Y tú, ¿con cuál te quedas?
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